Mi viaje a Valle
Nunca he sido una persona que le guste viajar. No soy de los que piensan en "Oportunidades para vivir nuevas aventuras". Pero este viaje, al final, resultó ser toda una aventura. Aprendí a nunca desperdiciar una oportunidad de pasar tiempo con las personas que quieres. Siempre saldrá algo bueno sin importar a donde vayan. Si la vida te da la oportunidad, tómala. Puede que al final tengas una experiencia tan bella como la que yo tuve.
Salimos un sábado por la mañana. Nos retrasamos un poco en tomar el camión a Valle de Bravo. Pero desde que estuvimos juntos comenzamos a divertirnos. El viaje de ida estuvo lleno de risas y conversaciones. A pesar de que iba bastante cansado me sentía lleno de energía. Aquí comenzaba la aventura.
Después de 1 hora y media sentados, riendo y platicando sobre muchos temas y media hora "dormidos" llegamos a Valle de Bravo. Cansados. Acalorados. Pero sonriendo. Elegimos cuartos. Desempacamos un poco. Descansamos unos minutos y fuimos a comprar la comida para los próximos dos días.
Con toda la actitud positiva nos embarcamos hacia el supermercado para comprar lo necesario para sobrevivir los próximos días. Repasando la lista 30 veces para asegurarnos que nada hiciera falta (Pero siempre falta algo. Siempre.). Además de comida compramos botana, bebida y uno que otro dulce para el día. El primer día lo pasamos en casa. Comiendo. Tomando. Jugando. Riendo. Me encontraba en un lugar por completo nuevo para mi. Con personas que conozco hace pocos meses. Y a pesar de todo eso me sentía cómodo. Estaba en casa. Estaba con mi familia.
En los siguientes días fuimos a conocer un poco más de Valle de Bravo. Navegamos en un barco. Subimos al mirador. Paseamos por el centro. Pero sin importar lo pequeño o largo que fuese el trayecto, siempre resultaba en una aventura. No importaba que tan cansado o hambriento llegara a estar, siempre estuve feliz. Estaba rodeado de gente espectacular. La experiencia se volvía cada vez mejor.
La mismísima RuPaul mencionó una vez:
Y con este viaje me doy cuenta que he encontrado a mi familia. Espero que la vida me permita vivir más experiencias así.
Después de 1 hora y media sentados, riendo y platicando sobre muchos temas y media hora "dormidos" llegamos a Valle de Bravo. Cansados. Acalorados. Pero sonriendo. Elegimos cuartos. Desempacamos un poco. Descansamos unos minutos y fuimos a comprar la comida para los próximos dos días.
Con toda la actitud positiva nos embarcamos hacia el supermercado para comprar lo necesario para sobrevivir los próximos días. Repasando la lista 30 veces para asegurarnos que nada hiciera falta (Pero siempre falta algo. Siempre.). Además de comida compramos botana, bebida y uno que otro dulce para el día. El primer día lo pasamos en casa. Comiendo. Tomando. Jugando. Riendo. Me encontraba en un lugar por completo nuevo para mi. Con personas que conozco hace pocos meses. Y a pesar de todo eso me sentía cómodo. Estaba en casa. Estaba con mi familia.
En los siguientes días fuimos a conocer un poco más de Valle de Bravo. Navegamos en un barco. Subimos al mirador. Paseamos por el centro. Pero sin importar lo pequeño o largo que fuese el trayecto, siempre resultaba en una aventura. No importaba que tan cansado o hambriento llegara a estar, siempre estuve feliz. Estaba rodeado de gente espectacular. La experiencia se volvía cada vez mejor.
La mismísima RuPaul mencionó una vez:
"Nosotros como población gay podemos escoger a nuestra familia y la gente que nos rodea. Yo soy tu familia. Nosotros somos una familia."
Y con este viaje me doy cuenta que he encontrado a mi familia. Espero que la vida me permita vivir más experiencias así.
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